lunes, 8 de junio de 2015

Día 66

Me vais a permitir que me salte una semana aburrida salvo por las perlas de limpieza de la Vero y algún que otro momento en el curro. Lo importante de esta semana es el sábado.
Para poneros en antecedentes hay que trasladarse al jueves, donde al llegar del curro a la noche me encontré con dos platillos con tartas. Este domingo es la comunión de la nieta de mis caseros, y aprovechando que me gusta mucho la pastelería, me pidieron ayuda para hacerle la tarta a la nena. Así que, elegida la clase de tarta que queríamos hacer, nos ponemos las dos (P. y yo) manos a la obra. Ella ya ha hecho la base de bizcocho, así que rellenamos los dos pisos con crema pastelera normal y de chocolate. Antes de montar los pisos los recubrimos con una fina capa de crema de mantequilla y nos preparamos para cubrir con fondant. Este sí es un reto para mi. Es la tarta más grande que he tenido que hacer jamás, así que voy despacio y con tiento para que salga a la primera.
He de admitir, no sin cierta satisfacción, que la cara perro de Vero el par de veces que pasa por la cocina me hace sentir de perlas. Pero prosigamos con la tarde y con la tarta. Asombrosamente, consigo cubrir los dos pisos de la tarta y montarlos a la primera. Vemos que se nos ha quedado un poco inclinado el piso superior, así que lo arreglo mientras P. va a buscar una decoración a una tienda cercana. Ya que la tarta es blanca, hemos decidido hacer unas rosas amarillas y unas mariposas que combinen los dos colores; y luego le haré un bordado con glasa en amarillo para darle algo más de color. P vuelve de la tienda con un lazo precioso que cose para ponerlo alrededor de la tarta y nos ponemos manos a la obra con las rosas. Conseguimos hacer todas las rosas justo a tiempo de la visita de una de sus hijas. Tanto ella como su marido se quedan impresionados por cómo va la tarta. Mientras P. los atiende, me pongo con las mariposas, ya que hay que formarlas y luego esperar a que se sequen en la posición correcta antes de pintarlas. Pinto los bordados y termino las mariposas. Colocamos el lazo, las rosas y las mariposas y los últimos detalles de glasa y damos por terminada la tarta.
Estamos muy orgullosas de ella, y creemos y esperamos que le guste a la pequeña, que es la que realmente importa.

El domingo a la tarde, cuando los P. y C. vuelven de la comunión, nos traen un trozo de tarta para que la probemos y me dan la buena noticia de que la tarta les ha encantado a todos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario